Encontrados 26 resultados para: Huyendo
Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva. (Salmos 57, 1)
Gorgias llegó de noche al campamento de Judas y al no encontrar a nadie, los estuvo buscando por las montañas, pues decía: «Estos van huyendo de nosotros.» (I Macabeos 4, 5)
le ofrecieron resistencia armada, y tuvo que salir huyendo y marcharse de allí con gran tristeza para volverse a Babilonia. (I Macabeos 6, 4)
Los dos reyes trabaron combate y salió huyendo el ejército de Alejandro. Demetrio se lanzó en su persecución y prevaleció sobre ellos. (I Macabeos 10, 49)
Pero no logró el poder; sino que al fin, con la ignominia ganada por sus intrigas, se fue huyendo de nuevo al país de Ammán. (II Macabeos 5, 7)
Por último encontró un final desastroso: acusado ante Aretas, tirano de los árabes, huyendo de su ciudad, perseguido por todos, detestado como apóstata de las leyes, y abominado como verdugo de la patria y de los conciudadanos, fue arrojado a Egipto. (II Macabeos 5, 8)
La mayoría de éstos escaparon heridos y desarmados; el mismo Lisias se salvó huyendo vergonzosamente. (II Macabeos 11, 12)
huyendo de los caldeos, pues les temían por haber matado Ismael, hijo de Netanías, a Godolías, hijo de Ajicam, a quien el rey de Babilonia había encargado del país. (Jeremías 41, 18)
Vedlo como león que sube del boscaje del Jordán hacia el pastizal perenne, cuando en un instante le haré salir huyendo de allí, para colocar allí a quien me plazca. Porque ¿quién como yo, y quién me emplazará, y quién es el pastor que aguante en mi presencia? (Jeremías 49, 19)
Vedlo como león que sube del boscaje del Jordán hacia el pastizal perenne, cuando en un instante le haré salir huyendo de allí, para colocar allí a quien me plazca. Porque ¿quién como yo, y quién me emplazará, y quién es el pastor que aguante en mi presencia? (Jeremías 50, 44)
Aquellos hombres temieron mucho y le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?» Pues supieron los hombres que iba huyendo lejos de Yahveh por lo que él había manifestado. (Jonás 1, 10)
Ellas salieron huyendo del sepulcro, pues un gran temblor y espanto se había apoderado de ellas, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo... (Marcos 16, 8)