Encontrados 1516 resultados para: Hasta

  • Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; (Romanos 5, 3)

  • - porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa no habiendo ley; (Romanos 5, 13)

  • con todo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir... (Romanos 5, 14)

  • Hablo en términos humanos, en atención a vuestra flaqueza natural -. Pues si en otros tiempos ofrecisteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y al desorden hasta desordenaros, ofrecedlos igualmente ahora a la justicia para la santidad. (Romanos 6, 19)

  • Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. (Romanos 8, 22)

  • Y pregunto yo: ¿Es que no han oído? ¡Cierto que sí! Por toda la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras. (Romanos 10, 18)

  • como dice la Escritura: Dioles Dios un esp1ritu de embotamiento: ojos para no ver y oídos para no oír, hasta el día de hoy. (Romanos 11, 8)

  • Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles, (Romanos 11, 25)

  • El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo. (Romanos 15, 13)

  • en virtud de señales y prodigios, en virtud del Espíritu de Dios, tanto que desde Jerusalén y en todas direcciones hasta el Ilírico he dado cumplimiento al Evangelio de Cristo; (Romanos 15, 19)

  • Esa era la razón por la cual siempre me veía impedido de llegar hasta vosotros. (Romanos 15, 22)

  • El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el Día de nuestro Señor Jesucristo. (I Corintios 1, 8)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina