Encontrados 316 resultados para: Desierto

  • Samuel murió. Todo Israel se congregó para llorarle y lo sepultaron en su heredad, en Ramá. David se levantó y bajó al desierto de Maón. (I Samuel 25, 1)

  • Supo David en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño (I Samuel 25, 4)

  • Uno de los servidores avisó a Abigaíl, mujer de Nabal, diciendo: «Mira que David ha enviado mensajeros desde el desierto para saludar a nuestro amo, y se ha lanzado contra ellos. (I Samuel 25, 14)

  • David se decía: «Muy en vano he guardado en el desierto todo lo de este hombre para que nada de lo suyo le faltase, pues me devuelve mal por bien. (I Samuel 25, 21)

  • Se levantó Saúl y bajó al desierto de Zif, con tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif. (I Samuel 26, 2)

  • Acampó Saúl en la colina de Jakilá, que está al este de la estepa, junto al camino. Andaba David por el desierto y vió que entraba Saúl en el desierto para perseguirle. (I Samuel 26, 3)

  • Joab y Abisay partieron en persecución de Abner; cuando el sol se ponía llegaron a la colina de Ammá que está al oriente de Giaj, sobre el camino del desierto de Gabaón. (II Samuel 2, 24)

  • Iban todos llorando con gran llanto. El rey se detuvo en el torrente Cedrón y toda la gente pasaba ante él por el camino del desierto. (II Samuel 15, 23)

  • Mirad, yo me detendré en las llanuras del desierto, hasta que me llegue una palabra vuestra que me dé noticias.» (II Samuel 15, 28)

  • El rey preguntó a Sibá: «¿Para qué es esto?» Sibá contestó: «Los asnos son para que la familia del rey pueda montar, los panes y frutas son para que los muchachos coman y el vino para que beba el que se fatigue en el desierto.» (II Samuel 16, 2)

  • Ahora mandad rápidamente a avisar a David: "No hagas noche en las llanuras del desierto. Pasa sin tardanza al otro lado, no vaya a ser devorado el rey y todo el pueblo que le acompaña."» (II Samuel 17, 16)

  • miel, cuajada, ovejas y quesos de vaca, y lo ofrecieron a David y a la gente que estaba con él, para que comiesen, pues se habían dicho: «La gente habrá pasado hambre, fatigas y sed en el desierto.» (II Samuel 17, 29)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina