Encontrados 170 resultados para: Caminos

  • y voy a beldarlos con el bieldo en las puertas del país. He dejado sin hijos, he malhadado a mi pueblo, porque de sus caminos no se convertían. (Jeremías 15, 7)

  • Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos: no se me ocultan, ni se zafa su culpa de delante de mis ojos. (Jeremías 16, 17)

  • Pues bien, mi pueblo me ha olvidado. A la Nada inciensan. Han tropezado en sus caminos, aquellos senderos de siempre, para irse por trochas, por camino no trillado. (Jeremías 18, 15)

  • Ahora bien, mejorad vuestros caminos y vuestras obras y oíd la voz de Yahveh vuestro Dios, y se arrepentirá Yahveh del mal que ha pronunciado contra vosotros. (Jeremías 26, 13)

  • Ha cercado mis caminos con piedras sillares, ha torcido mis senderos. (Lamentaciones 3, 9)

  • Intrincando mis caminos, me ha desgarrado, me ha dejado hecho un horror. (Lamentaciones 3, 11)

  • Nun. Examinemos nuestros caminos, escudriñémoslos, y convirtámonos a Yahveh. (Lamentaciones 3, 40)

  • Mis hijos más delicados han marchado por ásperos caminos, han sido llevados como rebaño arrebatado por enemigos. (Baruc 4, 26)

  • Y tú, hijo de hombre, marca dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia, que salgan los dos del mismo país, y marca una señalización, márcala en la cabecera del camino de la ciudad; (Ezequiel 21, 24)

  • Porque el rey de Babilonia se ha detenido en el cruce, en la cabecera de los dos caminos, para consultar a la suerte. Ha sacudido las flechas, ha interrogado a los terafim, ha observado el hígado. (Ezequiel 21, 26)

  • Porque eres justo en todo lo que nos has hecho, todas tus obras son verdad, rectos todos tus caminos, verdad todos tus juicios. (Daniel 3, 27)

  • Ahora, pues, yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del Cielo, porque sus obras todas son verdad, justicia todos sus caminos; él sabe humillar a los que caminan con orgullo.» (Daniel 4, 34)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina