Encontrados 486 resultados para: Arca en el Monte Moriah

  • Y los israelitas se despojaron de sus galas a partir del monte Horeb. (Exodo 33, 6)

  • Dijo Yahveh a Moisés. «Labra dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte y yo escribiré en las tablas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste. (Exodo 34, 1)

  • Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí; allí en la cumbre del monte te presentarás a mí. (Exodo 34, 2)

  • Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni oveja ni buey paste en el monte.» (Exodo 34, 3)

  • Labró Moisés dos tablas de piedra como las primeras y, levantándose de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahveh, llevando en su mano las dos tablas de piedra. (Exodo 34, 4)

  • Luego, bajó Moisés del monte Sinaí y, cuando bajó del monte con las dos tablas del Testimonio en su mano, no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con él. (Exodo 34, 29)

  • Se acercaron a continuación todos los israelitas y él les conminó cuanto Yahveh le había dicho en el monte Sinaí. (Exodo 34, 32)

  • el Arca y sus varales, el propiciatorio y el velo que lo cubre; (Exodo 35, 12)

  • Besalel hizo el arca de madera de acacia, de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho, y codo y medio de alto. (Exodo 37, 1)

  • pasó los varales por las anillas de los costados del arca, para transportarla. (Exodo 37, 5)

  • el arca del Testimonio con sus varales y el propiciatorio; (Exodo 39, 35)

  • Allí pondrás el arca del Testimonio y cubrirás el arca con el velo. (Exodo 40, 3)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina