Encontrados 335 resultados para: Antes
Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber. (Rut 3, 3)
Antes en Israel, en caso de rescate o de cambio, para dar fuerza al contrato, había la costumbre de quitarse uno la sandalia y dársela al otro. Esta era la manera de testificar en Israel. (Rut 4, 7)
Incluso antes de que quemasen la grasa, venía el criado del sacerdote y decía al que sacrificaba: «Dame carne para asársela al sacerdote, no te aceptará carne hervida, sino solamente carne cruda.» (I Samuel 2, 15)
Antes, en Israel, cuando alguien iba a consultar a Dios, decía: «Vayamos al vidente,» porque en vez de «profeta» como hoy, antes se decía «vidente». (I Samuel 9, 9)
En cuanto entréis en la ciudad, le encontraréis antes de que suba al alto para la comida. El pueblo no comerá antes que él llegue, porque es él quien ha de bendecir el sacrificio; y a continuación comerán los invitados. Subid ahora y al momento le encontraréis.» (I Samuel 9, 13)
Los hebreos que de antes estaban al servicio de los filisteos y que habían subido con ellos al campamento, también desertaron y se pasaron a los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. (I Samuel 14, 21)
Los hombres de Israel estaban en gran apuro aquel día y Saúl pronunció una imprecación sobre el pueblo: «Maldito el hombre que coma algo antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo probó bocado. (I Samuel 14, 24)
Llamó entonces Jonatán a David, le contó todas estas palabras y llevó a David donde Saúl, y se quedó a su servicio como antes. (I Samuel 19, 7)
Fue todo el pueblo y, siendo aún de día, rogaban a David que comiese, pero David juró: «Esto me haga Dios y esto me añada, si pruebo el pan o cualquiera otra cosa antes de ponerse el sol.» (II Samuel 3, 35)
Ya de antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías las entradas y salidas de Israel. Yahveh te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el caudillo de Israel.» (II Samuel 5, 2)
fijaré un lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado y los malhechores no seguirán oprimiéndole como antes, (II Samuel 7, 10)
(Vestía ella una túnica con mangas, porque así vestían antes las hijas del rey que eran vírgenes). Su criado la hizo salir fuera y cerró la puerta tras ella. (II Samuel 13, 18)
