Encontrados 629 resultados para: Ahora

  • Ahora, pues, que se quede tu siervo en vez del muchacho como esclavo de mi señor, y suba el muchacho con sus hermanos. (Génesis 44, 33)

  • Porque ¿cómo subo yo ahora a mi padre sin el muchacho conmigo? ¡No quiero ni ver la aflicción en que caerá mi padre!» (Génesis 44, 34)

  • Ahora bien, no os pese mal, ni os dé enojo el haberme vendido acá, pues para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros. (Génesis 45, 5)

  • Y dijo Israel a José: «Ahora ya puedo morir, después de haber visto tu rostro, pues que tú vives todavía.» (Génesis 46, 30)

  • le decis: "Ganaderos hemos sido tus siervos desde la mocedad hasta ahora, lo mismo que nuestros padres." De esta suerte os quedaréis en el país de Gosen.» Porque los egipcios detestan a todos los pastores de ovejas. (Génesis 46, 34)

  • Agotada la plata de Egipto y de Canaán, acudió Egipto en masa a José diciendo: «Danos pan. ¿Por qué hemos de morir en tu presencia ahora que se ha agotado la plata?» (Génesis 47, 15)

  • Dijo Israel a José: «Yo no sospechaba ver más tu rostro, y ahora resulta que Dios me ha hecho ver también a tus hijos.» (Génesis 48, 11)

  • Mi padre me tomó juramento diciendo: "Yo me muero. En el sepulcro que yo me labré en el país de Canaán, allí me has de sepultar." Ahora, pues, permíteme que suba a sepultar a mi padre, y luego volveré.» (Génesis 50, 5)

  • "Así diréis a José: Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y su pecado." Cierto que te hicieron daño, pero ahora tú perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre.» Y José lloró mientras le hablaban. (Génesis 50, 17)

  • Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto.» (Exodo 3, 10)

  • Entonces se encendió la ira de Yahveh contra Moisés, y le dijo: «¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él habla bien; he aquí que justamente ahora sale a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón. (Exodo 4, 14)

  • Y añadió Faraón: «Ahora que el pueblo de esa región es numeroso ¿queréis interrumpir sus trabajos?» (Exodo 5, 5)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina