Encontrados 40 resultados para: Ázimos

  • Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró a degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos. (I Samuel 28, 24)

  • Con todo, los sacerdotes de los altos no podían acercarse al altar de Yahveh en Jerusalén, aunque comían los panes ázimos en medio de sus hermanos. (II Reyes 23, 9)

  • ofreció holocaustos según el rito de cada día, conforme a los prescrito por Moisés, en los sábados, los novilunios y en las solemnidades, tres veces al año: en la fiesta de los Azimos, en la fiesta de las Semanas y en la fiesta de las Tiendas. (II Crónicas 8, 13)

  • Se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta de los Azimos en el mes segundo; era una asamblea muy grande. (II Crónicas 30, 13)

  • Los israelitas que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta de los Azimos por siete días con gran alegría; mientras los levitas y los sacerdotes alababan a Yahveh todos los días con todas sus fuerzas. (II Crónicas 30, 21)

  • Los israelitas que se hallaban allí celebraron en ese tiempo la Pascua y la fiesta de los Azimos durante siete días. (II Crónicas 35, 17)

  • Celebraron con júbilo, durante siete días, la fiesta de los Azimos, porque Yahveh les había llenado de gozo, pues volvió hacia ellos el corazón del rey de Asiria, para que reafirmase sus manos en las obras de la Casa de su Dios, el Dios de Israel. (Esdras 6, 22)

  • El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» (Mateo 26, 17)

  • Faltaban dos días para la Pascua y los Azimos. Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matarle. (Marcos 14, 1)

  • El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?» (Marcos 14, 12)

  • Se acercaba la fiesta de los Azimos, llamada Pascua. (Lucas 22, 1)

  • Llegó el día de los Azimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; (Lucas 22, 7)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina