Encontrados 83 resultados para: Ánimo

  • Decid a los de corazón intranquilo: ¡Animo, no temáis! Mirad que vuestro Dios viene vengador; es la recompensa de Dios, él vendrá y os salvará. (Isaías 35, 4)

  • El uno ayuda al otro y dice a su colega: «¡Animo!» (Isaías 41, 6)

  • Que así dice el Excelso y Sublime, el que mora por siempre y cuyo nombre es Santo. «En lo excelso y sagrado yo moro, y estoy también con el humillado y abatido de espíritu, para avivar el espíritu de los abatidos, para avivar el ánimo de los humillados. (Isaías 57, 15)

  • Sucederá aquel día - oráculo de Yahveh - que se perderá el ánimo del rey y el de los príncipes, se pasmarán los sacerdotes, y los profetas se espantarán. (Jeremías 4, 9)

  • Y a Baruc, el día diez del mes de Siván, había tomado los objetos sagrados de la Casa del Señor que habían sido llevados del Templo, con ánimo de volverlos a llevar a la tierra de Judá; objetos de plata mandados hacer por Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, (Baruc 1, 8)

  • ¡Animo, pueblo mío, memorial de Israel! (Baruc 4, 5)

  • Animo, hijos, clamad al Señor: el os librará de la tiranía y de la mano de vuestros enemigos. (Baruc 4, 21)

  • ¡Animo, hijos, clamad a Dios! pues el que os trajo esto se acordará de vosotros; (Baruc 4, 27)

  • ¡Animo, Jerusalén!: te consolará Aquel que te dio nombre. (Baruc 4, 30)

  • Dirás: Así dice el Señor Yahveh: ¡Ay de aquellas que cosen bandas para todos los puños, que hacen velos para cabezas de todas las tallas, con ánimo de atrapar a las almas! Vosotras atrapáis a las almas de mi pueblo, ¿y vais a asegurar la vida de vuestras propias almas? (Ezequiel 13, 18)

  • Me dijo: «No temas, hombre de las predilecciones; la paz sea contigo, cobra fuerza y ánimo.» Y, mientras me hablaba, me sentí reanimado y dije: «Hable mi Señor, porque me has confortado.» (Daniel 10, 19)

  • Por entonces se levantarán muchos contra el rey del Mediodía y los violentos de entre los de tu pueblo se alzarán con ánimo de cumplir la visión, pero fracasarán. (Daniel 11, 14)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina