Encontrados 195 resultados para: ¿a

  • Esta mandó llamar a Baraq, hijo de Abinoam, de Quédes de Neftalí, y le dijo: «¿Acaso no te ordena esto Yahveh, Dios de Israel: "Vete, y en el monte Tabor recluta y toma contigo 10.000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón. (Jueces 4, 6)

  • Pero los jefes de Sukkot respondieron: «¿Acaso has sujetado ya las manos de Zébaj y Salmunná para que demos pan a tu ejército?» (Jueces 8, 6)

  • Gedeón se dirigió entonces a la gente de Sukkot y dijo: «Aquí tenéis a Zébaj y Salmunná, a propósito de los cuales me injuriasteis diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zébaj y Salmunná para que demos pan a tus tropas agotadas?» (Jueces 8, 15)

  • Ellos repondieron: «¿Arriba!, vayamos contra ellos, porque hemos visto el país y es excelente. Pero ¿por qué estáis parados sin decir nada? No dudéis en partir para ir a conquistar aquella tierra. (Jueces 18, 9)

  • Alzando los ojos, se fijó en el viajero que estaba en la plaza de la ciudad, y el anciano le dijo: «¿A dónde vas y de dónde vienes?» (Jueces 19, 17)

  • Noemí respondió: «Volveos, hijas mías, ¿por qué vais a venir conmigo? ¿Acaso tengo yo aún hijos en mi seno que puedan ser maridos vuestros? (Rut 1, 11)

  • Ahora bien: ¿Acaso no es pariente nuestro aquel Booz con cuyos criados estuviste? Pues mira: Esta noche estará aventando la cebada en la era. (Rut 3, 2)

  • Dijeron entonces las gentes de Bet Semes: «¿Quién podrá resistir delante de Yahveh, el Dios Santo? ¿A quién subirá, alejándose de nosotros? (I Samuel 6, 20)

  • El tío de Saúl le dijo a él y a su criado: «¿A dónde habéis ido?» Contestó: «A buscar las asnas. Y como no vimos nada, acudimos a Samuel.» (I Samuel 10, 14)

  • Aquí me tenéis. Atestiguad contra mí delante de Yahveh y delante de su ungido. ¿De quién he tomado yo el buey o de quién he tomado el asno? ¿A quién he atropellado u oprimido? ¿Quién me ha sobornado para que cerrara los ojos? Yo os lo restituiré.» (I Samuel 12, 3)

  • Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros. (I Samuel 15, 22)

  • Goliat se plantó y gritó a las filas de Israel diciéndoles: «¿Para qué habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo filisteo y vosotros servidores de Saúl? Escogeos un hombre y que baje contra mí. (I Samuel 17, 8)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina