Encontrados 369 resultados para: �Habéis

  • Así, nadie puede decir que habéis sido bautizados en mi nombre. (I Corintios 1, 15)

  • ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos de la nobleza. (I Corintios 1, 26)

  • ¿Qué es, pues Apolo? ¿Qué es Pablo?... ¡Servidores, por medio de los cuales habéis creído!, y cada uno según lo que el Señor le dio. (I Corintios 3, 5)

  • ¡Ya estáis hartos! ¡Ya sois ricos! ¡Os habéis hecho reyes sin nosotros! ¡Y ojalá reinaseis, para que también nosotros reináramos con vosotros! (I Corintios 4, 8)

  • Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús. (I Corintios 4, 15)

  • Y ¡vosotros andáis tan hinchados! Y no habéis hecho más bien duelo para que fuera expulsado de entre vosotros el autor de semejante acción. (I Corintios 5, 2)

  • Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. (I Corintios 6, 11)

  • ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? (I Corintios 6, 19)

  • ¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo. (I Corintios 6, 20)

  • En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer. (I Corintios 7, 1)

  • ¡Habéis sido bien comprados! No os hagáis esclavos de los hombres. (I Corintios 7, 23)

  • No habéis sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito. (I Corintios 10, 13)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina