Encontrados 535 resultados para: �cuánto

  • Ella le dijo: «Haré cuanto me has dicho.» (Rut 3, 5)

  • Bajó a la era e hizo cuanto su suegra le había mandado. (Rut 3, 6)

  • Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe que tú eres una mujer virtuosa. (Rut 3, 11)

  • Volvió ella donde su suegra que le dijo: «¿Cómo te ha ido, hija mía?» Y le contó cuanto el hombre había hecho por ella, (Rut 3, 16)

  • Y si el hombre le decías: «Primero se quema la grasa, y después tomarás cuanto se te antoje», le respondía: «No, me lo darás ahora o lo tomo por la fuerza.» (I Samuel 2, 16)

  • Elí era muy anciano; oyó todo cuanto sus hijos hacían a todo Israel, (I Samuel 2, 22)

  • Cuanto al niño Samuel, iba creciendo y haciéndose grato tanto a Yahveh como a los hombres. (I Samuel 2, 26)

  • Ese día cumpliré contra Elí todo cuanto he dicho contra su casa, desde el principio hasta el fin. (I Samuel 3, 12)

  • Tomaréis el arca de Yahveh y la pondréis sobre la carreta. Cuanto a los objetos de oro que le habéis ofrecido como reparación, los meteréis en un cofre a su lado, y la dejaréis marchar. (I Samuel 6, 8)

  • En cuanto entréis en la ciudad, le encontraréis antes de que suba al alto para la comida. El pueblo no comerá antes que él llegue, porque es él quien ha de bendecir el sacrificio; y a continuación comerán los invitados. Subid ahora y al momento le encontraréis.» (I Samuel 9, 13)

  • En cuanto te separes hoy de mí, encontrarás dos hombres junto a la tumba de Raquel, sobre la frontera de Benjamín... y ellos te dirán: "Las asnas que has ido a buscar ya han aparecido. Ahora tu padre ha olvidado el asunto de las asnas y está preocupado por vosotros, diciendo: ¿Qué debo hacer por mi hijo?" (I Samuel 10, 2)

  • En adelante, el rey marchara delante de vosotros. Cuanto a mí, he envejecido y encanecido, y mis hijos entre vosotros están. He andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy. (I Samuel 12, 2)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina