Encontrados 22 resultados para: viviendo

  • y júrame por el Señor, Dios del Cielo y de la tierra, que no buscarás una esposa para mi hijo entre las hijas de los cananeos, con los que estoy viviendo, (Génesis 24, 3)

  • Como los niños se chocaban el uno contra el otro dentro de su seno, ella exclamó: "Si las cosas tienen que ser así, ¿vale la pena seguir viviendo?". Entonces fue a consultar al Señor, (Génesis 25, 22)

  • Pero tú no puedes ver mi rostro, añadió, porque ningún hombre puede verme y seguir viviendo". (Exodo 33, 20)

  • Pero los israelitas no expulsaron a los guesuritas y a los maacatitas, que por eso continúan viviendo en medio de Israel hasta el día de hoy. (Josué 13, 13)

  • Pero ellos no pudieron desposeer a los cananeos que habitaban en Guézer, y por eso siguen viviendo en medio de Efraím hasta el día de hoy, aunque tienen que pagar tributo. (Josué 16, 10)

  • Efraím no pudo desposeer a los cananeos que habitaban en Guézer, de manera que estos continuaron viviendo en medio de él, en Guézer. (Jueces 1, 29)

  • Zabulón no desposeyó a los habitantes de Quitrón ni a los de Nahalol: los cananeos continuaron viviendo en medio de él, pero fueron obligados a pagar tributo. (Jueces 1, 30)

  • David entró a su casa en Jerusalén. Entonces el rey tomó a las diez concubinas que había dejado al cuidado de la casa y las puso en un recinto bien custodiado. Él proveía a su mantenimiento, pero no tuvo más relaciones con ellas, y así estuvieron recluidas, viviendo como viudas, hasta el día de su muerte. (II Samuel 20, 3)

  • para poder seguir viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro: (Salmos 49, 10)

  • ¿Vale la pena seguir viviendo así?". (I Macabeos 2, 13)

  • No busquen la muerte viviendo extraviadamente, ni se atraigan la ruina con las obras de sus manos. (Sabiduría 1, 12)

  • No, el vendedor no recuperará lo que ha vendido, aunque siga viviendo. Porque la visión que amenaza a la multitud no será revocada, y a causa de su iniquidad, nadie podrá retener su vida. (Ezequiel 7, 13)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina