Encontrados 34 resultados para: uva

  • y en ella, tres sarmientos. Apenas la vid dio brotes, salieron sus flores y maduraron las uvas en los racimos. (Génesis 40, 10)

  • La copa del faraón estaba en mi mano: yo tomé las uvas, las exprimí en esa copa, y la puse en la mano del Faraón". (Génesis 40, 11)

  • Los hijos de Isacar: Tolá, Puvá, Iasub y Simrón. (Génesis 46, 13)

  • Él ata su asno a una vid, su asno de pura raza a la cepa más escogida; lava su ropa en el vino y su manto en la sangre de las uvas. (Génesis 49, 11)

  • no segarás lo que vuelva a brotar de la última cosecha ni recogerás las uvas de tu viña que haya quedado sin podar: será un año de descanso para la tierra. (Levítico 25, 5)

  • deberá abstenerse del vino y de cualquier otra bebida embriagante. Tampoco beberá vinagre de vino o de bebida embriagante, ni beberá jugo de uvas, ni comerá uvas maduras o secas. (Números 6, 3)

  • si el suelo es fértil o árido, y si está arbolado o no. Tengan valor, y traigan algunos frutos de la región". Esto sucedió en el tiempo de las primeras uvas. (Números 13, 20)

  • Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama de vid con un racimo de uvas, y tuvieron que llevarla entre dos, sostenida con una vara. También recogieron granadas e higos. (Números 13, 23)

  • Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras, hasta quedar saciado, pero no guardarás nada en tu bolsa. (Deuteronomio 23, 25)

  • con cuajada de vaca y leche de oveja, con la gordura de corderos y carneros; con toros de Basán y con cabritos, y con la mejor harina de trigo; y le dio como bebida, la sangre espumante de la uva. (Deuteronomio 32, 14)

  • Su viña es un retoño de la viña de Sodoma, de las plantaciones de Gomorra. Sus uvas son uvas venenosas, sus racimos tienen un sabor amargo. (Deuteronomio 32, 32)

  • Estos salieron al campo a vendimiar, pisaron las uvas, hicieron festejos y entraron en el templo de su dios. Después de comer y beber, maldijeron a Abimélec. (Jueces 9, 27)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina