Encontrados 1741 resultados para: uno
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio. (Santiago 1, 5)
sino que cada uno es tentado por sus malos deseos, que lo atraen y lo seducen. (Santiago 1, 14)
En efecto, aunque uno cumpla toda la Ley, si peca contra un solo precepto, quebranta toda la Ley. (Santiago 2, 10)
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? (Santiago 2, 14)
¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, (Santiago 2, 15)
Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras». A ese habría que responderle: «Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe». (Santiago 2, 18)
Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla en contra de un hermano o lo condena, habla en contra de la Ley y la condena. Ahora bien, si tú condenas la Ley, no eres cumplidor de la Ley, sino juez de la misma. (Santiago 4, 11)
Hermanos, no se quejen los unos de los otros, para no ser condenados. Miren que el Juez ya está a la puerta. (Santiago 5, 9)
Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa. (Santiago 5, 16)
Hermanos míos, si uno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver, (Santiago 5, 19)
Y ya que ustedes llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas, juzga a cada uno según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso en este mundo. (I Pedro 1, 17)
Por su obediencia a la verdad, ustedes se han purificado para amarse sinceramente como hermanos. Ámense constantemente los unos a los otros con un corazón puro, (I Pedro 1, 22)