Encontrados 257 resultados para: tribu de isacar

  • La idea me pareció buena, y yo designé a doce de ustedes, uno por cada tribu. (Deuteronomio 1, 23)

  • Y cedí a media tribu de Manasés el resto de Galaad y todo Basán -el reino de Og- incluyendo el distrito de Argob. Ahora bien, todo Basán es lo que hoy se llama Tierra de Gigantes. (Deuteronomio 3, 13)

  • Cuando oyeron la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía envuelta en llamas, todos ustedes, jefes de tribu y ancianos, se acercaron a mí (Deuteronomio 5, 23)

  • Entonces el Señor puso aparte a la tribu de Leví para que transportara el Arca de la Alianza del Señor, para que estuviera en su presencia y lo sirviera, y para que bendijera en su Nombre, como lo ha venido haciendo hasta ahora. (Deuteronomio 10, 8)

  • Los sacerdotes levitas -o sea, toda la tribu de Leví- no tendrán parte ni herencia con los israelitas: ellos se alimentarán de las ofrendas destinadas a los sacrificios y de la herencia del Señor. (Deuteronomio 18, 1)

  • Por lo tanto, esta tribu no poseerá una herencia en medio de sus hermanos: su herencia es el Señor, como él mismo se lo ha declarado. (Deuteronomio 18, 2)

  • Después de cruzar el Jordán, las tribus de Simeón, Leví y Judá, Isacar, José y Benjamín, estarán en el monte Garizím, para proclamar la bendición al pueblo; (Deuteronomio 27, 12)

  • Así conquistamos sus territorios y se los dimos en herencia a las tribus de Rubén y de Gad, y a la mitad de la tribu de Manasés. (Deuteronomio 29, 7)

  • ¡Que no haya entre ustedes ni hombre ni mujer, ni clan ni tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones! ¡Que no haya entre ustedes una raíz que produzca hierbas venenosas o ajenjo! (Deuteronomio 29, 17)

  • Dijo acerca de Zabulón: "Alégrate, Zabulón, de tus salidas, y tú, Isacar, en tus carpas. (Deuteronomio 33, 18)

  • Luego dijo a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés: (Josué 1, 12)

  • Ahora elijan a doce hombres entre las tribus de Israel, uno por cada tribu. (Josué 3, 12)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina