Encontrados 262 resultados para: tribu de Zabulón

  • Y cedí a media tribu de Manasés el resto de Galaad y todo Basán -el reino de Og- incluyendo el distrito de Argob. Ahora bien, todo Basán es lo que hoy se llama Tierra de Gigantes. (Deuteronomio 3, 13)

  • Cuando oyeron la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía envuelta en llamas, todos ustedes, jefes de tribu y ancianos, se acercaron a mí (Deuteronomio 5, 23)

  • Entonces el Señor puso aparte a la tribu de Leví para que transportara el Arca de la Alianza del Señor, para que estuviera en su presencia y lo sirviera, y para que bendijera en su Nombre, como lo ha venido haciendo hasta ahora. (Deuteronomio 10, 8)

  • Los sacerdotes levitas -o sea, toda la tribu de Leví- no tendrán parte ni herencia con los israelitas: ellos se alimentarán de las ofrendas destinadas a los sacrificios y de la herencia del Señor. (Deuteronomio 18, 1)

  • Por lo tanto, esta tribu no poseerá una herencia en medio de sus hermanos: su herencia es el Señor, como él mismo se lo ha declarado. (Deuteronomio 18, 2)

  • y las tribus de Rubén, Gad y Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estarán en el monte Ebal, para proclamar la maldición. (Deuteronomio 27, 13)

  • Así conquistamos sus territorios y se los dimos en herencia a las tribus de Rubén y de Gad, y a la mitad de la tribu de Manasés. (Deuteronomio 29, 7)

  • ¡Que no haya entre ustedes ni hombre ni mujer, ni clan ni tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones! ¡Que no haya entre ustedes una raíz que produzca hierbas venenosas o ajenjo! (Deuteronomio 29, 17)

  • Dijo acerca de Zabulón: "Alégrate, Zabulón, de tus salidas, y tú, Isacar, en tus carpas. (Deuteronomio 33, 18)

  • Luego dijo a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés: (Josué 1, 12)

  • Ahora elijan a doce hombres entre las tribus de Israel, uno por cada tribu. (Josué 3, 12)

  • "Elijan a doce hombres del pueblo, uno por cada tribu, (Josué 4, 2)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina