Encontrados 262 resultados para: tribu de Zabulón

  • Los hermanos de Ieriías -2.700 jefes de familia, hombres de gran valor- fueron puestos por el rey David al frente de los rubenitas, de los gaditas y de la mitad de la tribu de Manasés, en todos los asuntos referentes a Dios y al rey. (I Crónicas 26, 32)

  • De Zabulón: Ismaías, hijo de Abdías. De Neftalí: Ierimot, hijo de Azriel. (I Crónicas 27, 19)

  • De los descendientes de Efraím: Oseas, hijo de Azazías. De la mitad de la tribu de Manasés: Joel, hijo de Pedaías. (I Crónicas 27, 20)

  • De la mitad de la tribu de Manasés, en Galaad: Idó, hijo de Zacarías. De Benjamín: Iaasiel, hijo de Abner. (I Crónicas 27, 21)

  • Sin embargo, el Señor, el Dios de Israel, me eligió entre toda mi familia, a fin de que yo fuera rey de Israel para siempre. Porque él eligió como guía a la tribu de Judá, y entre las familias de Judá, a la casa de mi padre; y entre los hijos de mi padre se complació en mí para hacerme rey sobre todo Israel. (I Crónicas 28, 4)

  • Atalía, la madre de Ocozías, al ver que había muerto su hijo, comenzó a exterminar todo el linaje real de la tribu de Judá. (II Crónicas 22, 10)

  • Los enviados fueron de ciudad en ciudad, por el territorio de Efraím y Manasés hasta Zabulón, pero todos se reían y se burlaban de ellos. (II Crónicas 30, 10)

  • Solamente algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón se sometieron y fueron a Jerusalén. (II Crónicas 30, 11)

  • En efecto, una gran parte del pueblo, sobre todo de Efraím, de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado y, sin embargo, comieron la Pascua sin ajustarse a los prescrito. Pero Ezequías rogó por ellos, diciendo: "¡Que el Señor por su bondad perdone (II Crónicas 30, 18)

  • Libro de los hechos de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, hijo de Rafael, hijo de Ragüel, de la descendencia de Asiel, de la tribu de Neftalí. (Tobías 1, 1)

  • Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la tierra de Israel, toda la tribu de mi antepasado Neftalí se había separado de la casa de David y de Jerusalén, la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y consagrado para todas las generaciones futuras el Templo en el que habita Dios. (Tobías 1, 4)

  • Cuídate, hijo mío, de toda unión ilegítima y, sobre todo, elige una mujer del linaje de tus padres. No tomes por esposa a una extranjera, que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque nosotros somos hijos de profetas. Acuérdate, hijo mío, de Noé, de Abraham, de Isaac y de Jacob, nuestros antiguos padres: ellos eligieron sus esposas entre las mujeres de sus parientes. Por eso fueron bendecidos en sus hijos y su descendencia poseerá la tierra en herencia. (Tobías 4, 12)


“Deus sempre nos dá o que é melhor para nós.” São Padre Pio de Pietrelcina