Encontrados 139 resultados para: tengan

  • Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros. (Gálatas 5, 15)

  • Que todos los que practican esta norma tengan paz y misericordia, lo mismo que el Israel de Dios. (Gálatas 6, 16)

  • Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. (Efesios 6, 16)

  • les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. (Filipenses 2, 2)

  • Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús. (Filipenses 2, 5)

  • Recíbanlo en el Señor, con mucha alegría, y tengan en gran estima a personas como él. (Filipenses 2, 29)

  • Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. (Colosenses 3, 2)

  • Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen, que tengan hijos y atiendan a sus obligaciones domésticas, para no dar lugar a la maledicencia de los enemigos. (I Timoteo 5, 14)

  • Tengan cuidado, hermanos, no sea que alguno de ustedes tenga un corazón tan malo que se aparte del Dios viviente por su incredulidad. (Hebreos 3, 12)

  • Tengan cuidado de no desoír al que habla. Porque si los que rehusaron escuchar al que promulgaba oráculos en la tierra, no pudieron escapar al castigo, ¿cómo podremos escapar nosotros si volvemos las espaldas al que habla desde el cielo? (Hebreos 12, 25)

  • Tengan bien presente, hermanos muy queridos, que debemos estar dispuestos a escuchar y ser lentos para hablar y para enojarnos. (Santiago 1, 19)

  • Tengan paciencia, hermanos, hasta que llegue el Señor. Miren cómo el sembrador espera el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las lluvias del otoño y de la primavera. (Santiago 5, 7)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina