Encontrados 30 resultados para: subido
y dije: "Dios mío, estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti. Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta cubrirnos por completo, y nuestra culpa ha subido hasta el cielo. (Esdras 9, 6)
Por eso mi Dios me inspiró reunir a los notables, a los magistrados y al pueblo, para hacer el registro genealógico. Busqué el registro de los que habían subido al comienzo y encontré escrito lo siguiente: (Nehemías 7, 5)
Se decía en el escrito cómo el profeta, advertido por un oráculo, mandó llevar con él la Carpa y el Arca, y cómo partió hacia la montaña donde Moisés había subido para contemplar la herencia de Dios. (II Macabeos 2, 4)
La gente de Dibón ha subido a los lugares altos para llorar. Por Nebo y por Medebá, está gimiendo Moab. Todas las cabezás están rapadas, todas las barbas cortadas. (Isaías 15, 2)
Porque has temblado de rabia contra mí y tu insolencia ha subido a mis oídos, pondré mi garfio en tus narices y mi bozal en tus labios, y te haré volver por el camino por donde habías venido. (Isaías 37, 29)
Sobre una montaña alta y empinada has instalado tu lecho, y allí has subido a ofrecer sacrificios. (Isaías 57, 7)
Detrás de los postes de la puerta has colocado tu memorial; te has desnudado, bien lejos de mí, y has subido al lecho que habías tendido; has hecho un trato con uno de esos con quienes te gusta acostarte, y has contemplado la insignia. (Isaías 57, 8)
Un león ha subido de su espesura, un destructor de naciones se ha puesto en marcha, ha salido de su morada, para reducir tu país a la devastación: tus ciudades serán destruidas y quedarán despobladas. (Jeremías 4, 7)
¡Baja de la gloria, siéntate en el estiércol, hija que habitas en Dibón! Porque el devastador de Moab ha subido contra ti, ha destruido tus plazas fuertes. (Jeremías 48, 18)
Ustedes no han subido a las brechas ni han levantado un muro alrededor de la casa de Israel, a fin de que pueda resistir en el combate, el día del Señor. (Ezequiel 13, 5)
Un pueblo ha subido contra mi país, un pueblo poderoso e innumerable; sus dientes son dientes de león y tiene colmillos de leona. (Joel 1, 6)
que seguían a Jesús y lo habían servido cuando estaba en Galilea; y muchas otras que habían subido con él a Jerusalén. (Marcos 15, 41)