Encontrados 604 resultados para: solo

  • Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos. (Colosenses 3, 11)

  • Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. (Colosenses 3, 15)

  • En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto. (I Tesalonicenses 1, 8)

  • El misterio de la iniquidad ya está actuando. Sólo falta que desaparezca el que lo retiene, (II Tesalonicenses 2, 7)

  • Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también, (I Timoteo 2, 5)

  • Los pecados de algunas personas son tan notorios que no necesitan ser llevados a juicio; los de otras, en cambio, sólo se descubren después. (I Timoteo 5, 24)

  • No dejes de enseñar estas cosas, ni de exhortar delante de Dios a que se eviten las discusiones inútiles, que sólo sirven para perdición de quienes las escuchan. (II Timoteo 2, 14)

  • Pero al segundo, sólo entra una vez al año el Sumo Sacerdote, llevando consigo la sangre que ofrece por sus faltas y las del pueblo. (Hebreos 9, 7)

  • Sólo se trata de prescripciones externas sobre alimentos, bebidas y abluciones diversas, válidas hasta el momento de la renovación. (Hebreos 9, 10)

  • mientras este vive, el testamento no vale, y sólo a su muerte entra en vigor. (Hebreos 9, 17)

  • Sólo resta esperar con terror el juicio y el fuego ardiente que consumirá a los rebeldes. (Hebreos 10, 27)

  • Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar. (Hebreos 11, 12)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina