Encontrados 377 resultados para: siete plagas
Pero uno de los Ancianos me dijo: «No llores: ha triunfado el Leónde la tribu de Judá, el Retoñode David, y él abrirá el libro y sus siete sellos». (Apocalipsis 5, 5)
Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra. (Apocalipsis 5, 6)
Después vi que el Cordero abría el primero de los siete sellos, y oí al primero de los cuatro Seres Vivientes que decía con voz de trueno: «Ven». (Apocalipsis 6, 1)
En seguida, vi a los siete Ángeles que están delante de Dios, y ellos recibieron siete trompetas. (Apocalipsis 8, 2)
Y los siete Ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. (Apocalipsis 8, 6)
Una tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos. (Apocalipsis 9, 18)
Y el resto de los hombres que no habían sido dañados por las plagas, no se arrepintieron de sus obras ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que son incapaces de ver, de oír y de caminar. (Apocalipsis 9, 20)
y gritó con voz potente, semejante al rugido del león. Entonces, los siete truenos hicieron resonar sus voces. (Apocalipsis 10, 3)
Una vez que estos hablaron, yo me dispuse a escribir, pero una voz del cielo me ordenó: «Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos y no lo escribas». (Apocalipsis 10, 4)
Ellos tienen el poder de cerrar el cielo para impedir que llueva durante los días de su misión profética; y también, tienen poder para cambiar las aguas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11, 6)
En ese momento se produjo un violento temblor de tierra que derrumbó la décima parte de la Ciudad, y el terremoto ocasionó la muerte de siete mil personas: los sobrevivientes quedaron atemorizados y alabaron al Dios del cielo. (Apocalipsis 11, 13)
Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. (Apocalipsis 12, 3)