Encontrados 556 resultados para: siempre

  • Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor. (Colosenses 3, 20)

  • Perseveren en la oración, velando siempre en ella con acción de gracias. (Colosenses 4, 2)

  • Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido. (Colosenses 4, 6)

  • Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras oraciones, (I Tesalonicenses 1, 2)

  • Nuestra conducta con ustedes, los creyentes, fue siempre santa, justa e irreprochable: ustedes son testigos, y Dios también. (I Tesalonicenses 2, 10)

  • ya que nos impiden predicar a los paganos para que se salven. Así, constantemente están colmando la medida de sus pecados, pero la ira de Dios ha caído sobre ellos para siempre. (I Tesalonicenses 2, 16)

  • Pero ahora Timoteo acaba de regresar de allí con buenas noticias sobre la fe y el amor de ustedes, y él nos cuenta cómo nos recuerdan siempre con cariño y tienen el mismo deseo que nosotros de volver a vernos. (I Tesalonicenses 3, 6)

  • Después nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos al cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo, y así permaneceremos con el Señor para siempre. (I Tesalonicenses 4, 17)

  • Procuren que nadie devuelva mal por mal. Por el contrario, esfuércense por hacer siempre el bien entre ustedes y con todo el mundo. (I Tesalonicenses 5, 15)

  • Estén siempre alegres. (I Tesalonicenses 5, 16)

  • Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios a causa de ustedes, y es justo que lo hagamos, porque la fe de ustedes progresa constantemente y se acrecienta el amor de cada uno hacia los demás. (II Tesalonicenses 1, 3)

  • Nosotros, por nuestra parte, siempre debemos dar gracias a Dios, a causa de ustedes, hermanos amados por el Señor. En efecto, Dios los eligió desde el principio para que alcanzaran la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. (II Tesalonicenses 2, 13)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina