Encontrados 230 resultados para: servicio sagrado
David dijo a Aquís: "¿Qué he hecho? ¿Has sorprendido a tu servidor en alguna falla, desde que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda ir a combatir contra los enemigos de mi señor, el rey?". (I Samuel 29, 8)
El tenía un hijo pequeño, llamado Micá. Todos los que vivían en la casa de Sibá estaban al servicio de Meribaal, (II Samuel 9, 12)
Después de todo, ¿a quién voy a servir? ¿No es acaso a su hijo? Como estuve al servicio de tu padre, así te serviré a ti". (II Samuel 16, 19)
Joab presentó al rey las cifras del censo de la pobla- ción, y resultó que en Israel había 800.000 hombres aptos para el servicio militar, y en Judá 500.000. (II Samuel 24, 9)
Sus servidores le dijeron: "Sería conveniente buscarle al rey, mi señor, una jovencita: ella estará al servicio del rey y cuidará de él; dormirá entre sus brazos, y así mi señor, el rey, entrará en calor". (I Reyes 1, 2)
La joven, que era muy hermosa, cuidaba al rey y estaba a su servicio. Pero el rey no se unió a ella. (I Reyes 1, 4)
Un día, Adonías sacrificó ovejas, bueyes y terneros cebados junto a la Piedra de Zojélet, que está al lado de la fuente de Roguel, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá que estaban al servicio del rey; (I Reyes 1, 9)
Ajisar, mayordomo de palacio; Adonirám, hijo de Abdá, encargado de las prestaciones de servicio. (I Reyes 4, 6)
Jeroboám, hijo de Nebat, el efraimita, natural de Seredá -cuya madre, una viuda, se llamaba Seruá- estaba al servicio de Salomón y se sublevó contra él. (I Reyes 11, 26)
Ellos le hablaron así: "Si hoy te comportas como servidor de este pueblo, si te pones a su servicio y les respondes con buenas palabras, serán siempre tus servidores". (I Reyes 12, 7)
Ajab hizo también el Poste sagrado, y continuó provocando la indignación del Señor, el Dios de Israel, más que todos los reyes que lo habían precedido. (I Reyes 16, 33)
Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio. (I Reyes 19, 21)