Encontrados 39 resultados para: seiscientos

  • Salomón hizo el censo de todos los extranjeros residentes en Israel, semejante al que había hecho su padre David, y se comprobó que estos eran ciento cincuenta y tres mil seiscientos. (II Crónicas 2, 16)

  • Destinó a setenta mil de ellos para transportar las cargas, a ochenta mil para extraer las piedras de las montañas, y puso al frente de ellos a tres mil seiscientos capataces para hacer trabajar al pueblo. (II Crónicas 2, 17)

  • Hizo asimismo el recinto del Santo de los santos: su longitud, que cubría todo el ancho de la Casa, era de diez metros, y tenía diez metros de ancho. Y lo revistió con seiscientos talentos de oro fino. (II Crónicas 3, 8)

  • El peso del oro que recibía Salomón en un solo año ascendía a seiscientos sesenta y seis talentos. (II Crónicas 9, 13)

  • El rey Salomón hizo doscientos grandes escudos de oro trabajado a martillo, empleando para cada uno seiscientos siclos de oro, (II Crónicas 9, 15)

  • Los jefes de familia que estaban al frente de esos guerreros valerosos sumaban en total dos mil seiscientos. (II Crónicas 26, 12)

  • Se consagraron también seiscientos terneros y tres mil cabras y ovejas. (II Crónicas 29, 33)

  • dándole cien talentos de plata, cien bolsas de trigo, cien barriles de vino, tres mil seiscientos litros de aceite y sal a discreción. (Esdras 7, 22)

  • Pesé y puse en sus manos seiscientos cincuenta talentos de plata, utensilios de plata por valor de cien talentos, cien talentos de oro, (Esdras 8, 26)

  • Entonces Judas se adelantó con sus tropas para entrar en batalla, y cayeron seiscientos hombres del ejército real. (I Macabeos 6, 42)

  • Así perecieron veinte mil quinientos soldados y seiscientos jinetes. (II Macabeos 10, 31)

  • Y lanzándose como leones contra los enemigos, derribaron a once mil soldados y a mil seiscientos jinetes, y a todos los demás los obligaron a huir. (II Macabeos 11, 11)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina