Encontrados 429 resultados para: santo sábado
Los dos cuerpos formados por los que dejan el servicio el día sábado, montarán guardia en la Casa del Señor, junto al rey. (II Reyes 11, 7)
Los centuriones ejecutaron exactamente todo lo que les había ordenado el sacerdote Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres -los que entraban de servicio y los que eran relevados el día sábado- y se presentaron ante el sacerdote Iehoiadá. (II Reyes 11, 9)
Por deferencia al rey de Asiria, suprimió en la Casa del Señor el pórtico del Sábado, que se había construido en el interior, y la entrada exterior reservada al rey. (II Reyes 16, 18)
¿A quién has insultado y ultrajado? ¿Contra quién has alzado la voz y levantado bien alto tus ojos? ¡Contra el Santo de Israel! (II Reyes 19, 22)
Entre los quehatitas, sus hermanos, algunos estaban encargados de preparar cada sábado los panes de la ofrenda. (I Crónicas 9, 32)
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! (I Crónicas 16, 10)
Díganle: ‘¡Sálvanos, Dios de nuestra salvación! Congréganos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo Nombre y nos gloriemos en tu alabanza’. (I Crónicas 16, 35)
Más aún, lo que yo poseo personalmente en oro y plata, lo entrego por amor a la Casa de mi Dios, además de todo lo que he preparado para el Templo santo: (I Crónicas 29, 3)
Señor, Dios nuestro, todas estas riquezas que hemos preparado para edificar una Casa a tu santo Nombre, proceden de tu mano y todo es tuyo. (I Crónicas 29, 16)
Hizo asimismo el recinto del Santo de los santos: su longitud, que cubría todo el ancho de la Casa, era de diez metros, y tenía diez metros de ancho. Y lo revistió con seiscientos talentos de oro fino. (II Crónicas 3, 8)
Hizo dos querubines, obra de escultores, en el interior del Santo de los santos, y se los revistió de oro. (II Crónicas 3, 10)
los cuchillos, los aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; la entrada de la Casa, sus puertas interiores para el Santo de los santos, y las puertas de la nave central, todo de oro. (II Crónicas 4, 22)