Encontrados 15 resultados para: salí

  • Y ese día darás a tu hijo la siguiente explicación: "Esto es así, a causa de lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto". (Exodo 13, 8)

  • Salí de noche por la puerta del Valle, en dirección a la fuente del Dragón y a la puerta del Basural, e inspeccioné atentamente las murallas de Jerusalén, allí donde había brechas y donde las puertas habían sido consumidas por el fuego. (Nehemías 2, 13)

  • Aquella misma noche, después de bañarme, salí al patio y me acosté a dormir junto a la pared, con la cara descubierta a causa del calor. (Tobías 2, 9)

  • y exclamó: "Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Señor!". (Job 1, 21)

  • por eso salí a tu encuentro, ansiosa por verte, y te encontré. (Proverbios 7, 15)

  • "Yo salí de la boca del Altísimo y cubrí la tierra como una neblina. (Eclesiástico 24, 3)

  • En cuanto a mí, como un canal que brota de un río, como una acequia, salí a un jardín (Eclesiástico 24, 30)

  • Yo me dejé consultar por los que no me interrogaban; salí al encuentro de los que no me buscaban. Yo dije: "¡Aquí estoy, aquí estoy!" a una nación que no invocaba mi Nombre. (Isaías 65, 1)

  • ¿Por qué salí del vientre materno para no ver más que pena y aflicción, y acabar mis días avergonzado? (Jeremías 20, 18)

  • Yo me levanté y salí al valle: la gloria del Señor estaba allí como la gloria que había visto junto al río Quebar, y caí con el rostro en tierra. (Ezequiel 3, 23)

  • Yo hice exactamente lo que se me había ordenado: saqué mi equipaje en pleno día como quien parte para el exilio, y por la tarde abrí un boquete en el muro con la mano. Salí cuando estaba oscuro y cargué el equipaje sobre mis espaldas, a la vista de ellos. (Ezequiel 12, 7)

  • piensa: "Volveré a mi casa, de donde salí". Cuando llega, la encuentra vacía, barrida y ordenada. (Mateo 12, 44)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina