Encontrados 284 resultados para: sacrificio humano
el infame Jasón envió como representantes de Jerusalén a algunos antioquenos, en calidad de observadores, con un presente de trescientas dracmas de oro para el sacrificio de Hércules. Pero ellos consideraron que era inconveniente emplearlas para el sa- crificio y que debían aplicarlas a otra clase de gastos. (II Macabeos 4, 19)
De esta manera, el dinero asignado por el donante al sacrificio de Hércules fue destinado, por voluntad de los portadores, a la construcción de trirremes. (II Macabeos 4, 20)
Los que presidían este banquete ritual contrario a la Ley, como lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron que hiciera traer carne preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer. Asimismo le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden del rey. (II Macabeos 6, 21)
Yo te suplico, hijo mío, que mires al cielo y a la tierra, y al ver todo lo que hay en ellos, reconozcas que Dios lo hizo todo de la nada, y que también el género humano fue hecho de la misma manera. (II Macabeos 7, 28)
Una vez purificado el Templo, construyeron otro altar. Luego, sacando fuego del pedernal, ofrecieron un sacrificio, después de dos años de interrupción, y renovaron el incienso, las lámparas y los panes de la ofrenda. (II Macabeos 10, 3)
Y después de haber recolectado entre sus hombres unas dos mil dracmas, las envió a Jerusalén para que se ofreciera un sacrificio por el pecado. Él realizó este hermoso y noble gesto con el pensamiento puesto en la resurrección, (II Macabeos 12, 43)
Además, él tenía presente la magnífica recompensa que está reservada a los que mueren piadosamente, y este es un pensamiento santo y piadoso. Por eso, mandó ofrecer el sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran librados de sus pecados. (II Macabeos 12, 45)
En ese momento supo que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al frente del gobierno, se había sublevado. Muy consternado, mandó llamar a los judíos y juró someterse a sus legítimas demandas. Después de esta reconciliación, ofreció un sacrificio, honró al Santuario y se mostró generoso con el Lugar santo. (II Macabeos 13, 23)
El sacrificio de los malvados es abominable para el Señor, la plegaria de los hombres rectos obtiene su favor. (Proverbios 15, 8)
Aguas profundas son los designios del corazón humano: el hombre inteligente sabe extraerlas. (Proverbios 20, 5)
El sacrificio de los malvados es una abominación, ¡cuánto más si se lo ofrece con infamia! (Proverbios 21, 27)
Sí, soy demasiado torpe para ser un hombre y no tengo la inteligencia de un ser humano; (Proverbios 30, 2)