Encontrados 13 resultados para: respondía

  • la gente del lugar le hacía preguntas acerca de su mujer. Pero él respondía: "Es mi hermana". Tenía miedo de confesar que era su esposa, porque pensaba: "Esta gente es capaz de matarme a causa de Rebeca, que es muy hermosa". (Génesis 26, 7)

  • El sonido de la trompeta se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y el Señor le respondía con el fragor del trueno. (Exodo 19, 19)

  • Galaad ocupó los vados del Jordán para cortarle el paso a los efraimitas. Y cuando un fugitivo de Efraím intentaba pasar, los hombres de Galaad le preguntaban: "¿Tú eres de Efraím?". Si él respondía que no, (Jueces 12, 5)

  • Ella, en cambio, respondía: "No me llamen más Noemí; díganme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. (Rut 1, 20)

  • Cuando Aquís le decía: "¿Contra quién han incursionado hoy?", David le respondía: "Contra el Négueb de Judá"; o bien: "Contra el Négueb de los ierajmelitas"; o bien: "Hacia el Négueb de los quenitas". (I Samuel 27, 10)

  • Se levantaba temprano, se paraba junto al camino de la Puerta, y a todo el que iba a presentar un pleito al rey, en demanda de justicia, Absalón lo llamaba y le preguntaba: "¿De qué ciudad eres tú?". Y cuando el hombre respondía: "Tu servidor es de tal tribu de Israel", (II Samuel 15, 2)

  • Imploraron, pero nadie los salvó; gritaban al Señor, pero no les respondía. (II Samuel 22, 42)

  • Como nadie respondía, descorrió la cortina, penetró en el dormitorio y lo encontró muerto, tendido sobre el umbral y decapitado. (Judit 14, 15)

  • Imploraron, pero nadie los salvó; gritaban al Señor, pero no les respondía. (Salmos 18, 42)

  • Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes, y Samuel, entre los que invocaban su Nombre, clamaban al Señor y él les respondía. (Salmos 99, 6)

  • Y la gente respondía: «Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea». (Mateo 21, 11)

  • Él permanecía en silencio y no respondía nada. El Sumo Sacerdote lo interrogó nuevamente: «¿Eres el Mesías, el Hijo del Dios bendito?». (Marcos 14, 61)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina