Encontrados 167 resultados para: refugio seguro

  • Por eso Menelao, en conversaciones secretas con Andrónico, lo instigaba a matar a Onías. Entonces Andrónico se presentó ante Onías, y se ganó astutamente su confianza, estrechándole la mano derecha con un juramento. Así lo persuadió a que saliera de su refugio -aun sin disipar toda sospecha- y lo mató inmediatamente, conculcando toda justicia. (II Macabeos 4, 34)

  • Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis. (II Macabeos 5, 5)

  • El que había desterrado a muchos de su patria murió en el destierro, mientras se dirigía a Lacedemonia con la esperanza de encontrar un refugio, apelando a su origen común. (II Macabeos 5, 9)

  • los cobardes y los que desconfiaban de la justicia de Dios se dispersaron y buscaron refugio en otra parte. (II Macabeos 8, 13)

  • pero el que me escucha vivirá seguro y estará tranquilo, sin temer ningún mal". (Proverbios 1, 33)

  • Entonces irás seguro por el camino y tu pie no tropezará. (Proverbios 3, 23)

  • El que camina con integridad camina seguro, el que sigue caminos tortuosos será descubierto. (Proverbios 10, 9)

  • El camino del Señor es refugio para el hombre íntegro y ruina para los que hacen el mal. (Proverbios 10, 29)

  • El que sale fiador de otro la pasa muy mal, el que evita las fianzas está seguro. (Proverbios 11, 15)

  • El sabio teme el mal y se aparta de él, el necio es temerario y se siente seguro. (Proverbios 14, 16)

  • El temor del Señor es un refugio seguro, que sirve de defensa para los hijos. (Proverbios 14, 26)

  • El malvado es arrasado por su propia malicia, el justo encuentra un refugio en su integridad. (Proverbios 14, 32)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina