Encontrados 51 resultados para: rebaños

  • ¡No se queden recostados entre los rebaños! Las alas de la Paloma están recubiertas de plata, y su plumaje, de oro resplandeciente". (Salmos 68, 14)

  • desató la peste contra el ganado y la fiebre contra los rebaños. (Salmos 78, 48)

  • y eligió a David, su servidor, sacándolo de entre los rebaños de ovejas. (Salmos 78, 70)

  • levantó a los pobres de la miseria y multiplicó sus familias como rebaños. (Salmos 107, 41)

  • Que nuestros graneros estén repletos con productos de todas las especies; que nuestros rebaños se reproduzcan a millares en todas nuestras praderas. (Salmos 144, 13)

  • Conoce bien el estado de tus ovejas, presta mucha atención a tus rebaños, (Proverbios 27, 23)

  • Dime, amado de mi alma, dónde llevas a pastar el rebaño, dónde lo haces descansar al mediodía, para que yo no ande vagando junto a los rebaños de tus compañeros. (Cantar 1, 7)

  • Quedará despoblada para siempre, no la habitarán a lo largo de las generaciones; allí el árabe no plantará su carpa ni los pastores apacentarán sus rebaños. (Isaías 13, 20)

  • Sus poblaciones, abandonadas para siempre, serán para los rebaños: allí pacerán sin que nadie los moleste. (Isaías 17, 2)

  • Sí, la ciudadela ha quedado desierta y la ciudad tumultuosa, abandonada. Ofel y la Torre de guardia serán madrigueras para siempre, delicia de los asnos salvajes, pastizal para los rebaños... (Isaías 32, 14)

  • En ti se congregarán todos los rebaños de Quedar, los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio: subirán como ofrenda aceptable sobre mi altar y yo glorificaré mi Casa gloriosa. (Isaías 60, 7)

  • Se presentarán extranjeros para apacentar sus rebaños, hijos de forasteros serán sus labradores y viñadores. (Isaías 61, 5)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina