Encontrados 44 resultados para: realidad

  • En realidad, lo que ellos querían eran intimidarnos, pensando: "Sus manos se cansarán de trabajar, y la obra no se realizará". ¡Y ahora, Señor, fortalece mis manos! (Nehemías 6, 9)

  • En realidad, Dios habla una vez, y luego otra, sin que se preste atención. (Job 33, 14)

  • En realidad, le hacía estos cargos porque ambicionaba su reino. (I Macabeos 11, 11)

  • Enfurecido a causa de esto, pensaba desquitarse con los judíos de la afrenta que le habían inferido los que le obligaron a emprender la retirada. Entonces ordenó al auriga que condujera el carro sin parar hasta el fin del trayecto. Pero, en realidad, ya era inminente el juicio del Cielo porque él había dicho lleno de arrogancia: "Al llegar allí, haré de Jerusalén un cementerio de judíos". (II Macabeos 9, 4)

  • porque él es en realidad como piensa dentro de sí: "Come y bebe", te dice, pero su corazón no está contigo. (Proverbios 23, 7)

  • Si hay algo de lo que dicen: "Mira, esto sí que es algo nuevo", en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros. (Eclesiastés 1, 10)

  • entonces yo vi toda la obra de Dios. El hombre no puede descubrir la obra que se hace bajo el sol. Por más que se esfuerce en buscar, no encuentra; y aunque el sabio diga que conoce, en realidad, nada puede descubrir. (Eclesiastés 8, 17)

  • Aun cuando dicen: "¡Por la vida del Señor!", en realidad, juran falsamente. (Jeremías 5, 2)

  • Porque ellos extraviaron a mi pueblo, anunciando: "¡Paz!", cuando en realidad no había paz, y mientras mi pueblo se construía una pared inconsistente, ellos la recubrían con cal; (Ezequiel 13, 10)

  • En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas». (Mateo 13, 32)

  • -en realidad él no bautizaba, sino sus discípulos- (Juan 4, 2)

  • Jesús exclamó: «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. (Juan 12, 44)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina