Encontrados 25 resultados para: queremos

  • Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir». (Marcos 10, 35)

  • Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey". (Lucas 19, 14)

  • Los judíos le respondieron: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios». (Juan 10, 33)

  • que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús». (Juan 12, 21)

  • Como no queremos importunarte demasiado, te ruego que nos escuches un momento con tu habitual cordialidad. (Hechos 24, 4)

  • ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Pretendemos ser más fuertes que él? (I Corintios 10, 22)

  • Queremos, hermanos, que ustedes conozcan la tribulación que debimos sufrir en la provincia de Asia: la carga fue tan grande que no podíamos sobrellevarla, al extremo de pensar que estábamos a punto de perder la vida. (II Corintios 1, 8)

  • Porque no pretendemos imponer nuestro dominio sobre la fe de ustedes, ya que ustedes permanecen firmes en la fe: lo que queremos es aumentarles el gozo. (II Corintios 1, 24)

  • Mientras estamos en esta tienda de campaña, gemimos angustiosamente, porque no queremos ser desvestidos, sino revestirnos, a fin de que lo que es mortal sea absorbido por la vida. (II Corintios 5, 4)

  • No pretendemos volver a recomendarnos delante de ustedes: solamente queremos darles un motivo para que se sientan orgullosos de nosotros y puedan responder a los que se glorían de lo exterior y no de lo que hay en el corazón. (II Corintios 5, 12)

  • Ahora, hermanos, queremos informarles acerca de la gracia que Dios ha concedido a las Iglesias de Macedonia. (II Corintios 8, 1)

  • No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza. (I Tesalonicenses 4, 13)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina