Encontrados 120 resultados para: pusieron
Como era para los judíos un día de Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús. (Juan 19, 42)
Los Apóstoles, obedeciendo la orden, entraron en el Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel. (Hechos 5, 21)
Al cabo de un tiempo, los judíos se pusieron de acuerdo para quitarle la vida, (Hechos 9, 23)
Herodes estaba en grave conflicto con los habitantes de Tiro y Sidón. Estos se pusieron de acuerdo para ir a verlo, y después de haberse conquistado a Blasto, el camarero del rey, solicitaron la reconciliación, ya que importaban sus víveres del territorio del rey. (Hechos 12, 20)
Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro. (Hechos 13, 29)
Pero Pablo respondió a los inspectores: «Ellos nos hicieron azotar públicamente sin juicio previo, a nosotros que somos ciudadanos romanos, y nos pusieron en la cárcel. ¡Y ahora nos quieren hacer salir a escondidas! ¡De ninguna manera! Que vengan ellos en persona a dejarnos en libertad». (Hechos 16, 37)
y fueron a tratar amigablemente con ellos. Luego los pusieron en libertad y los invitaron a alejarse de la ciudad. (Hechos 16, 39)
y solamente después de haber exigido una fianza de parte de Jasón y de los otros, los pusieron en libertad. (Hechos 17, 9)
Pero en cuanto advirtieron que era un judío, todos se pusieron a gritar unánimemente durante dos horas: «¡Viva la gran Diana de los efesios!». (Hechos 19, 34)
Todos se pusieron a llorar, abrazaron a Pablo y lo besaron afectuosamente, (Hechos 20, 37)
Se produjo un griterío, y algunos escribas del partido de los fariseos, se pusieron de pie y protestaron enérgicamente: «Nosotros no encontramos nada de malo en este hombre. ¿Y si le hubiera hablado algún espíritu o un ángel...?». (Hechos 23, 9)
porque ellos se pusieron en camino para servir a Cristo, sin aceptar nada de los paganos. (III Juan 1, 7)