Encontrados 328 resultados para: presencia divina

  • Allí podrás comprar con ese dinero todo lo que desees: ganado mayor o menor, vino o bebida fermentada, en una palabra, cualquier cosa que sea de tu agrado. Entonces comerás en la presencia del Señor, tu Dios, y te alegrarás junto con tu familia. (Deuteronomio 14, 26)

  • Los comerás cada año junto con tu familia, en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que el Señor elija. (Deuteronomio 15, 20)

  • Te alegrarás en la presencia del Señor, tu Dios -en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre- junto con tu hijo y tu hija, con tu esclavo y tu esclava, con el levita que viva en tu ciudad, y con el extranjero, el huérfano y la viuda que estén contigo. (Deuteronomio 16, 11)

  • Porque el Señor, tu Dios, eligió al sacerdote y a sus hijos, entre todas tus tribus, para que siempre estuviera en su presencia y oficiara en nombre del Señor. (Deuteronomio 18, 5)

  • podrá oficiar allí en nombre del Señor como todos sus hermanos levitas que están en la presencia del Señor. (Deuteronomio 18, 7)

  • las dos partes en litigio comparecerán delante del Señor, en presencia de los sacerdotes y de los jueces en ejercicio. (Deuteronomio 19, 17)

  • Si este último merece ser apaleado, el juez lo obligará a tenderse en el suelo y lo hará castigar en su presencia, con un número de golpes proporcionado a su culpa. (Deuteronomio 25, 2)

  • su cuñada se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará la sandalia del pie, lo escupirá en la cara y le dirá: "Así se debe obrar con el hombre que no edifica la casa de su hermano". (Deuteronomio 25, 9)

  • y tú pronunciarás estas palabras en presencia del Señor, tu Dios: "Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. (Deuteronomio 26, 5)

  • dirás en presencia del Señor, tu Dios: "Yo saqué de mi casa lo que debía ser consagrado, y se lo di al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme al mandamiento que tú me diste, sin quebrantar ni olvidar ninguno de tus preceptos. (Deuteronomio 26, 13)

  • e inmolarás sacrificios de comunión. Allí comerás y te alegrarás en la presencia del Señor, tu Dios, (Deuteronomio 27, 7)

  • Tu buey será degollado delante de tus ojos y no lo podrás comer. Tu asno será arrebatado de tu misma presencia y no te lo devolverán. Tus ovejas serán entregadas a tus enemigos y nadie saldrá en tu defensa. (Deuteronomio 28, 31)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina