Encontrados 147 resultados para: podrá

  • La tierra no podrá venderse definitivamente, porque la tierra es mía, y ustedes son para mí como extranjeros y huéspedes. (Levítico 25, 23)

  • calculará los años transcurridos desde la venta, devolverá la diferencia al comprador, y así podrá regresar a su propiedad. (Levítico 25, 27)

  • y podrán dejarlos como herencia a sus hijos, para que los posean como propiedad perpetua. A estos podrán tenerlos como esclavos; pero nadie podrá ejercer un poder despótico sobre sus hermanos israelitas. (Levítico 25, 46)

  • tu hermano tendrá derecho al rescate, aun después de haberse vendido. Podrá rescatarlo uno de sus hermanos, (Levítico 25, 48)

  • su tío, su primo, o algún otro pariente cercano; y si él llega a disponer de recursos, podrá rescatarse a sí mismo. (Levítico 25, 49)

  • Sin embargo, nadie podrá consagrar un primogénito de su ganado, ya que, por ser primogénito, pertenece al Señor: sea que se trate de un ternero o de un cordero, pertenecen al Señor. (Levítico 27, 26)

  • Ninguno de los bienes que pertenecen a una persona -ya sea un hombre, un animal o un campo de su propiedad- podrá ser vendido o rescatado si ha sido consagrado al Señor por el exterminio total: todas esas cosas están exclusivamente consagradas al Señor. (Levítico 27, 28)

  • Tampoco podrá ser liberada ninguna persona que deba ser exterminada, sino que se la hará morir. (Levítico 27, 29)

  • Nadie deberá seleccionar entre lo bueno y lo malo, o sustituir uno por otro. Si hace el cambio, tanto el animal ofrecido como su sustituto serán una cosa sagrada, y no se los podrá rescatar. (Levítico 27, 33)

  • Cada sacerdote podrá disponer de sus propios dones sagrados: cada uno guardará para él lo que reciba. (Números 5, 10)

  • Pero si no se ha deshonrado y es pura, quedará inmune y podrá tener hijos. (Números 5, 28)

  • Luego hará el gesto de presentación delante del Señor, y todo esto será una cosa sagrada, destinada al sacerdote, además del pecho y la pata. Después, el nazireo podrá beber vino. (Números 6, 20)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina