Encontrados 421 resultados para: poder divino

  • Entonces el Señor suscitaba jueces, que salvaban a los israelitas del poder de los salteadores. (Jueces 2, 16)

  • Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor. Entonces el Señor dio poder a Eglón, rey de Moab, sobre Israel, porque ellos hacían lo que es malo a los ojos del Señor. (Jueces 3, 12)

  • Cuando entró Ehúd, el rey se encontraba en la habitación de arriba, que era más fresca y estaba reservada para él solo. Ehúd le dijo: "Tengo que comunicarte un oráculo divino". El rey se levantó de su trono. (Jueces 3, 20)

  • los libré del poder de los egipcios y de las manos de sus opresores. Los expulsé a ellos para entregarles a ustedes su territorio. (Jueces 6, 9)

  • El Señor se volvió hacia él y le dijo: "Ve, y con tu fuerza salvarás a Israel del poder de los madianitas. Soy yo el que te envío". (Jueces 6, 14)

  • Luego se presentó ante los hombres de Sucot y les dijo: "Aquí están Zébaj y Salmuná, los hombres por los que ustedes se burlaron de mí, diciendo: ‘¿Acaso ya tienes en tu poder a Zébaj y Salmuná para que les demos pan a tus tropas hambrientas?’". (Jueces 8, 15)

  • Los hombres de Israel dijeron a Gedeón: "Gobiérnanos tú, y que después de ti nos gobiernen tu hijo y tu nieto, porque nos salvaste del poder de Madián". (Jueces 8, 22)

  • Mi padre combatió por ustedes, arriesgó su vida y los libró del poder de Madián, (Jueces 9, 17)

  • los sidonios, los amalecitas y los madianitas, ustedes clamaron hacia mí, y yo los salvé de su poder. (Jueces 10, 12)

  • Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos". (Jueces 13, 5)

  • Y los golpeó a más no poder, dejándolos maltrechos. Después bajó a la cueva de la roca de Etám y se quedó allí. (Jueces 15, 8)

  • Él dijo a su madre: "Esos mil cien siclos de plata que te quitaron, y por los que te oí proferir una imprecación, están en mi poder; yo te los quité, pero ahora te los devuelvo". Su madre exclamó: "¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!". (Jueces 17, 2)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina