Encontrados 46 resultados para: pocos

  • Luego me levanté de noche, acompañado de unos pocos hombres, sin comunicar a nadie lo que Dios me había inspirado hacer en favor de Jerusalén y sin llevar otro animal que aquel en el que iba montado. (Nehemías 2, 12)

  • El malvado se atormenta todos los días de su vida, muy pocos años están reservados al hombre cruel; (Job 15, 20)

  • Cuando eran pocos, y estaban abatidos por el peso de la desgracia y la aflicción, (Salmos 107, 39)

  • Que sean pocos sus días y que otro ocupe su cargo; (Salmos 109, 8)

  • Cuando se acercó a la subida de Betjorón, Judas le salió al encuentro con unos pocos hombres. (I Macabeos 3, 16)

  • Estos, al ver el ejército que se les venía encima, dijeron a Judas: "¿Cómo, siendo tan pocos, podremos combatir con una multitud tan poderosa? Además, estamos extenuados porque hoy no hemos comido nada en todo el día". (I Macabeos 3, 17)

  • Judas les respondió: "Es fácil que una multitud caiga en manos de unos pocos, y al Cielo le da lo mismo salvar con muchos que con pocos. (I Macabeos 3, 18)

  • Así no quedaron en el Santuario más que unos pocos hombres, porque se hacía sentir el hambre. Los demás se dispersaron, cada uno por su lado. (I Macabeos 6, 54)

  • El año ciento cincuenta y uno, Demetrio, hijo de Seleuco, salió de Roma y llegó con unos pocos hombres a una ciudad marítima, donde se proclamó rey. (I Macabeos 7, 1)

  • Pero ellos trataban de disuadirlo, diciéndole: "¡Imposible! Salvemos primero nuestras vidas; después volveremos con nuestros hermanos para continuar luchando, ya que ahora somos muy pocos". (I Macabeos 9, 9)

  • El año ciento setenta y cuatro Antíoco partió para el país de sus padres; todas las tropas se pusieron de su parte, de manera que sólo unos pocos quedaron con Trifón. (I Macabeos 15, 10)

  • y las manifestaciones celestiales a los que combatieron valerosamente en favor del Judaísmo -los cuales, siendo tan pocos, saquearon todo el país, expulsaron las hordas extranjeras, (II Macabeos 2, 21)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina