Encontrados 74 resultados para: pertenece
"Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y él me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, de Judá. Si alguno de ustedes pertenece a ese pueblo, ¡que el Señor, su Dios, lo acompañe y que suba...!". (II Crónicas 36, 23)
Si alguno de ustedes pertenece a ese pueblo, que su Dios lo acompañe y suba a Jerusalén, de Judá, para reconstruir la Casa del Señor, el Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. (Esdras 1, 3)
Tobías entró a avisar a su padre que había encontrado a uno de sus hermanos israelitas. Y Tobit le dijo: "Preséntamelo, para que yo sepa a qué familia y a qué tribu pertenece. Quiero saber si se puede confiar en él para que te acompañe". Tobías salió a llamarlo y le dijo: "Amigo, mi padre te llama". (Tobías 5, 9)
Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos sus amigos lo que había pasado. Entonces sus consejeros y Zeres, su mujer, le dijeron: "Si ese Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, pertenece a la raza de los judíos, no podrás derrotarlo; caerás irremediablemente ante él". (Ester 6, 13)
El Señor dijo al Adversario: "Está bien. Todo lo que le pertenece está en tu poder, pero no pongas tu mano sobre él". Y el Adversario se alejó de la presencia del Señor. (Job 1, 12)
"¡El país pertenece al de brazo fuerte; el privilegiado se instala en él!". (Job 22, 8)
Mío es Galaad, Manasés me pertenece; Efraím es mi yelmo, mi cetro es Judá, (Salmos 60, 9)
Dios ha dicho una cosa, dos cosas yo escuché: que el poder pertenece a Dios, (Salmos 62, 12)
Mío es Galaad, Manasés me pertenece, Efraím es mi yelmo, mi cetro es Judá. (Salmos 108, 9)
El cielo pertenece al Señor, y la tierra la entregó a los hombres. (Salmos 115, 16)
Se equipa el caballo para el día del combate, pero la victoria pertenece al Señor. (Proverbios 21, 31)
Además, yo vi otra cosa bajo el sol: la carrera no la gana el más veloz, ni el más fuerte triunfa en el combate; el pan no pertenece al más sabio, ni la riqueza al más inteligente, ni es favorecido el más capaz, porque en todo interviene el tiempo y el azar. (Eclesiastés 9, 11)