Encontrados 20 resultados para: permanecieron
Pero los arcos permanecieron rígidos y se aflojaron los brazos de los arqueros por el poder del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Roca de Israel; (Génesis 49, 24)
Ninguno, excepto Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, y Josué, hijo de Nun, que permanecieron fieles al Señor’. (Números 32, 12)
Ustedes, en cambio, los que permanecieron fieles al Señor, su Dios, viven todavía. (Deuteronomio 4, 4)
Ustedes se acercaron y permanecieron al pie de la montaña, mientras la montaña ardía envuelta en un fuego que se elevaba hasta lo más alto del cielo, entre negros nubarrones y una densa oscuridad. (Deuteronomio 4, 11)
Los sacerdotes que llevaban el Arca permanecieron de pie en medio del Jordán, hasta que se cumplió todo lo que Josué comunicó al pueblo por orden del Señor, conforme a las instrucciones que Moisés había dado a Josué. El pueblo se apresuró a pasar, (Josué 4, 10)
Pero ellos pidieron auxilio al Señor: él interpuso una densa oscuridad entre ustedes y los egipcios, y envió contra ellos el mar, que los cubrió. Ustedes vieron con sus propios ojos lo que hice en Egipto. Luego permanecieron en el desierto durante largo tiempo, (Josué 24, 7)
Entonces Sadoc y Abiatar llevaron de vuelta el Arca de Dios a Jerusalén, y permanecieron allí. (II Samuel 15, 29)
y el hombre de Dios emprendió el camino de regreso. Pero un león lo encontró en el camino y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino, y el asno y el león permanecieron de pie al lado de él. (I Reyes 13, 24)
Durante tres días, permanecieron allí, comiendo y bebiendo con David, porque sus hermanos los habían provisto de víveres. (I Crónicas 12, 40)
Después bajaron a Egipto, porque el hambre azotaba el país de Canaán, y permanecieron allí mientras tuvieron qué comer. En Egipto se multiplicaron de tal manera, que su descendencia se hizo innumerable. (Judit 5, 10)
desalojando a su paso a los cananeos, a los perizitas, a los jebuseos, a los siquemitas y a todos los guirgasitas. Allí permanecieron mucho tiempo. (Judit 5, 16)
Después permanecieron sentados en el suelo junto a él, siete días y siete noches, sin decir una sola palabra, porque veían que su dolor era muy grande. (Job 2, 13)