Encontrados 8318 resultados para: par

  • De esa región salió para Asur, y edificó Nínive, con sus plazas urbanas, Calaj, (Génesis 10, 11)

  • Estos fueron los clanes de los hijos de Noé, según sus orígenes y nacionalidades. A partir de ellos, las naciones se expandieron sobre la tierra después del Diluvio. (Génesis 10, 32)

  • Después dijeron: "Edifiquemos una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, para perpetuar nuestro nombre y no dispersarnos por toda la tierra". (Génesis 11, 4)

  • Bajemos entonces, y una vez allí, confundamos su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros". (Génesis 11, 7)

  • Téraj reunió a su hijo Abrám, a su nieto Lot, el hijo de Harán, y a su nuera Sarai, la esposa de su hijo Abrám, y salieron todos juntos de Ur de los caldeos para dirigirse a Canaán. Pero cuando llegaron a Jarán, se establecieron allí. (Génesis 11, 31)

  • Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Cuando salió de Jarán, Abrám tenía setenta y cinco años. (Génesis 12, 4)

  • Entonces el Señor se apareció a Abrám y le dijo: "Yo daré esta tierra a tu descendencia". Allí Abrám erigió un altar al Señor, que se le había aparecido. (Génesis 12, 7)

  • Entonces hubo hambre en aquella región, y Abrám bajó a Egipto para establecerse allí por un tiempo, porque el hambre acosaba al país. (Génesis 12, 10)

  • Y como los dos tenían demasiadas riquezas, no había espacio suficiente para que pudieran habitar juntos. (Génesis 13, 6)

  • ¿No tienes todo el país por delante? Sepárate de mí: si tú vas hacia la izquierda, yo iré hacia la derecha; y si tú vas hacia la derecha, yo iré hacia la izquierda". (Génesis 13, 9)

  • Entonces Lot eligió para sí toda la región baja del Jordán y se dirigió hacia el este. Así se separaron el uno del otro: (Génesis 13, 11)

  • El Señor dijo a Abrám, después que Lot se separó de él: "Levanta los ojos, y desde el lugar donde éstas, mira hacia el norte y el sur, hacia el este y el oeste, (Génesis 13, 14)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina