Encontrados 111 resultados para: parábola del buen samaritano
Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: (Lucas 14, 7)
Jesús les dijo entonces esta parábola: (Lucas 15, 3)
y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. (Lucas 17, 16)
Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: (Lucas 18, 1)
Y refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, dijo también esta parábola: (Lucas 18, 9)
Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. (Lucas 19, 11)
"Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades". (Lucas 19, 17)
Y luego dijo al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos viñadores y se fue por largo tiempo al extranjero. (Lucas 20, 9)
Los escribas y los sumos sacerdotes querían detenerlo en ese mismo momento, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero temieron al pueblo. (Lucas 20, 19)
Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. (Lucas 23, 27)
y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento». (Juan 2, 10)
Los judíos le replicaron: «¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado?». Jesús respondió: (Juan 8, 48)