Encontrados 314 resultados para: otra

  • Pero ¡qué importa! Después de todo, de una u otra manera, con sinceridad o sin ella, Cristo es anunciado, y de esto me alegro y me alegraré siempre. (Filipenses 1, 18)

  • Por otra parte, tengo confianza en el Señor de que pronto podré ir personalmente. (Filipenses 2, 24)

  • Y ya saben, filipenses, que al comienzo de la evangelización, cuando dejé Macedonia, ninguna otra Iglesia me ayudó pecuniariamente. Ustedes fueron los únicos (Filipenses 4, 15)

  • Aunque teníamos el derecho de proceder de otra manera, queríamos darles un ejemplo para imitar. (II Tesalonicenses 3, 9)

  • No inscribas, en cambio, a las viudas más jóvenes, porque cuando los deseos puramente humanos prevalecen sobre su entrega a Cristo, quieren casarse otra vez, (I Timoteo 5, 11)

  • Si alguien enseña otra cosa y no se atiene a los preceptos saludables de nuestro Señor Jesucristo, ni a la doctrina que es conforme a la piedad, (I Timoteo 6, 3)

  • Por eso, dejando a un lado la enseñanza elemental sobre Cristo, vayamos a lo más perfecto, sin volver otra vez sobre las verdades fundamentales, como el arrepentimiento por las obras que llevan a la muerte y la fe en Dios, (Hebreos 6, 1)

  • y a pesar de todo recayeron, es imposible renovarlos otra vez elevándolos a la conversión, ya que ellos por su cuenta vuelven a crucificar al Hijo de Dios y lo exponen a la burla de todos. (Hebreos 6, 6)

  • Porque si esta primera Alianza hubiera sido perfecta, no habría sido necesario sustituirla por otra. (Hebreos 8, 7)

  • Y si los pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna otra oblación. (Hebreos 10, 18)

  • y lo repite en todas las cartas donde trata este tema. En ellas hay pasajes difíciles de entender, que algunas personas ignorantes e inestables interpretan torcidamente -como, por otra parte, lo hacen con el resto de la Escritura- para su propia perdición. (II Pedro 3, 16)

  • En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón. (Apocalipsis 13, 11)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina