Encontrados 45 resultados para: oscuridad
Al que maldice a su padre y a su madre se le apagará la lámpara en plena oscuridad. (Proverbios 20, 20)
El hombre que peca contra su propio lecho dice en su corazón: "¿Quién me ve? La oscuridad me rodea y los muros me cubren; nadie me ve: ¿qué puedo temer? El Altísimo no se acordará de mis pecados". (Eclesiástico 23, 18)
luego mirará a la tierra, y sólo habrá aflicción y tinieblas, angustiosa oscuridad. Pero la tiniebla será disipada, (Isaías 8, 22)
porque ya no habrá oscuridad allí donde reinaba la angustia. En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar, el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos. (Isaías 8, 23)
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. (Isaías 9, 1)
Ay de los que traman secretamente para ocultar sus proyectos al Señor, de los que actúan en la oscuridad y dicen: "¿Quién nos ve y quién nos conoce?". (Isaías 29, 15)
Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro, y verán los ojos de los ciegos, libres de tinieblas y oscuridad. (Isaías 29, 18)
si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. (Isaías 58, 10)
Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti. (Isaías 60, 2)
¡Den gloria al Señor, su Dios, antes que él haga oscurecer, antes que los pies de ustedes tropiecen contra las montañas del crepúsculo! Ustedes aguardan la luz, y él la cambiará en tinieblas, la convertirá en densa oscuridad. (Jeremías 13, 16)
O bien, son comparables a una zarza en un huerto, sobre la cual se posan todos los pájaros, o a un muerto arrojado en la oscuridad. (Baruc 6, 70)
¡Día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo jamás, ni lo habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas. (Joel 2, 2)
