Encontrados 144 resultados para: ordenado

  • Esta fue su distribución por turnos para entrar en la Casa del Señor, conforme al reglamento establecido por Aarón, su padre, como lo había ordenado el Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 24, 19)

  • Los levitas y todo Judá ejecutaron exactamente lo que les había ordenado el sacerdote Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres -los que entraban de servicio y los que eran relevados el día sábado- porque el sacerdote Iehoiadá no había exceptuado a ninguna de las clases. (II Crónicas 23, 8)

  • Los sacerdotes los inmolaron, y con la sangre derramada sobre el altar ofrecieron un sacrificio expiatorio por todo Israel, porque el rey había ordenado que el holocausto y el sacrificio expiatorio se ofreciera por todo Israel. (II Crónicas 29, 24)

  • El rey instaló a los levitas en el Templo del Señor, con címbalos, arpas y cítaras, como lo habían ordenado David, Gad, el vidente del rey, y el profeta Natán: este era, en efecto, un mandamiento de Dios, que había sido dado por medio de sus profetas. (II Crónicas 29, 25)

  • Entonces Tobías respondió a su padre Tobit: "Yo haré, padre, todo lo que me has ordenado. (Tobías 5, 1)

  • Reclutó para la campaña unos ciento veinte mil soldados escogidos y doce mil arqueros de a caballo, como se lo había ordenado su señor, (Judit 2, 15)

  • Los israelitas cumplieron todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joaquím y el consejo de los ancianos del pueblo de Israel, que residían en Jerusalén. (Judit 4, 8)

  • Las cosas que tú has ordenado se presentan y exclaman: ‘¡Aquí estamos!’. Porque tú preparas todos tus caminos, y tus juicios están previstos de antemano. (Judit 9, 6)

  • La regla era que nadie fuera forzado a beber, porque el rey había ordenado a todos sus mayordomos que respetaran los deseos de cada uno. (Ester 1, 8)

  • Ester no había manifestado de qué pueblo ni de qué familia era, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo manifestara. (Ester 2, 10)

  • Ester, por su parte, no había manifestado de qué familia ni de qué pueblo era, de acuerdo con lo que le había ordenado Mardoqueo, porque ella seguía cumpliendo sus órdenes como cuando estaba bajo su tutela. (Ester 2, 20)

  • Todos los servidores de la puerta real doblaban la rodilla y se postraban ante Amán, porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba. (Ester 3, 2)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina