Encontrados 144 resultados para: ordenado

  • El cinturón para ajustarlo formaba una sola pieza con él y estaba hecho de la misma manera: era de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino reforzado, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 5)

  • Finalmente colocaron las piedras en las hombreras del efod, para que fueran un memorial en favor de los israelitas, delante del Señor, como él se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 7)

  • Así sujetaron el pectoral, haciendo pasar entre sus argollas y las argollas del efod un cordón de púrpura violeta, de manera que el pectoral quedaba fijo sobre el cinturón y no podía desprenderse del efod. Esto es lo que el Señor había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 21)

  • Las campanillas y las granadas estaban dispuestas alternadamente, una al lado de la otra, a lo largo de todo el ruedo. El manto se empleaba para ejercer las funciones sacerdotales, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 26)

  • Luego le pusieron un cordón de púrpura violeta, para poder sujetarla a la parte superior del turbante, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 31)

  • Cuando Moisés vio que habían hecho toda la obra, ajustándose exactamente a lo que el Señor había ordenado, los bendijo. (Exodo 39, 43)

  • Moisés realizó exactamente todo lo que el Señor le había ordenado. (Exodo 40, 16)

  • Después extendió la carpa por encima de la Morada, y sobre ella colocó la cobertura de la carpa, como el Señor se lo había ordenado. (Exodo 40, 19)

  • y le colocó las lámparas delante del Señor, como el Señor se lo había ordenado. (Exodo 40, 25)

  • y quemó en él incienso aromático, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 40, 27)

  • y siempre que entraban en la Carpa del Encuentro y se acercaban al altar, se lavaban, como el Señor se lo había ordenado a Moisés. (Exodo 40, 32)

  • Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y cuando la comunidad estuvo reunida a la entrada de la Carpa, (Levítico 8, 4)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina