Encontrados 366 resultados para: oración de salomón

  • En aquella ocasión, Salomón, y con él todo Israel, celebró la Fiesta delante del Señor, nuestro Dios, durante siete días. Se congregó una gran asamblea, venida desde la Entrada de Jamat hasta el Torrente de Egipto. (I Reyes 8, 65)

  • Al octavo día, Salomón despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y se fueron a sus campamentos, con el corazón desbordante de alegría por todo el bien que el Señor había hecho a su servidor David y a su pueblo Israel. (I Reyes 8, 66)

  • Cuando Salomón terminó de construir la Casa del Señor, la casa del rey y todo lo que fue de su agrado, (I Reyes 9, 1)

  • y le dijo: "He oído tu oración y la súplica que has pronunciado en mi presencia. Yo he consagrado esta Casa que tú has edificado a fin de poner allí mi Nombre para siempre: mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. (I Reyes 9, 3)

  • Durante los veinte años que tardó Salomón en construir los dos edificios -la Casa del Señor y la casa del rey- (I Reyes 9, 10)

  • Jirám, rey de Tiro, le proporcionó madera de cedro, madera de ciprés y oro a discreción. Por eso, al cabo de ese tiempo, Salomón cedió a Jirám veinte poblados en la región de Galilea. (I Reyes 9, 11)

  • Jirám salió de Tiro para ver los poblados que le había cedido Salomón. Y como no le gustaron, (I Reyes 9, 12)

  • Jirám había enviado al rey Salomón ciento veinte talentos de oro. (I Reyes 9, 14)

  • Esta fue la manera como Salomón reclutó trabajadores para construir la Casa del Señor, su propia casa, el Terraplén, el muro de Jerusalén, Jasor, Meguido, Guézer, (I Reyes 9, 15)

  • como asimismo los centros de aprovisionamiento que tenía Salomón, las ciudades para los carros de guerra y la caballería, y todas las demás construcciones que Salomón quiso levantar en Jerusalén, en el Líbano y en todo el país sometido a su dominio. (I Reyes 9, 19)

  • -es decir, a sus descendientes, que habían quedado después de ellos en el país, porque los israelitas no habían podido consagrarlos al exterminio total- Salomón les impuso trabajos forzados hasta el día de hoy. (I Reyes 9, 21)

  • Los supervisores de los capataces puestos al frente de las obras de Salomón eran ciento cincuenta hombres, que dirigían al personal ocupado en los trabajos. (I Reyes 9, 23)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina