Encontrados 23 resultados para: occidente

  • para que se conozca, desde el Oriente y el Occidente, que no hay nada fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro. (Isaías 45, 6)

  • Desde el Occidente, se temerá el nombre del Señor, y desde el Oriente, se respetará su gloria, porque él vendrá como un río encajonado, impulsado por el soplo del Señor. (Isaías 59, 19)

  • Ahí llegan tus hijos, los que habías visto partir; llegan reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de gozo por la gloria de Dios. (Baruc 4, 37)

  • Levántate, Jerusalén, sube a lo alto y dirige tu mirada hacia el Oriente: mira a tus hijos reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de gozo, porque Dios se acordó de ellos. (Baruc 5, 5)

  • Presté atención, y vi un chivo que venía del occidente, sobre la faz de toda la tierra, sin tocar el suelo; ese chivo tenía un cuerno imponente entre sus ojos. (Daniel 8, 5)

  • Ellos irán detrás del Señor; él rugirá como un león, y cuando se ponga a rugir, sus hijos vendrán temblando del Occidente. (Oseas 11, 10)

  • El carro de caballos rojos avanza hacia el país del oriente; el de los caballos negros hacia el norte; el de los blancos hacia el occidente; y el de los manchados hacia el sur". (Zacarías 6, 6)

  • Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; (Mateo 8, 11)

  • Como el relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será la Venida del Hijo del hombre. (Mateo 24, 27)

  • Dijo también a la multitud: «Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. (Lucas 12, 54)

  • Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. (Lucas 13, 29)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina