Encontrados 48 resultados para: nuevamente

  • Esperó otros siete días y la soltó nuevamente. Pero esta vez la paloma no volvió. (Génesis 8, 12)

  • Luego concibió nuevamente, y tuvo otro hijo, al que llamó Onán. (Génesis 38, 4)

  • José se alejó de ellos para llorar; y cuando estuvo en condiciones de hablarles nuevamente, separó a Simeón y ordenó que lo ataran a la vista de todos. (Génesis 42, 24)

  • tú nos volviste a insistir: ‘Si no viene con ustedes su hermano menor, no serán admitidos nuevamente en mi presencia’. (Génesis 44, 23)

  • pero el Señor le volvió a decir: "Extiende tu mano y agárrala por la cola". Así lo hizo, y cuando la tuvo en su mano, se transformó nuevamente en un bastón. (Exodo 4, 4)

  • En seguida el Señor le ordenó: "Vuelve a poner tu mano en el pecho". Así lo hizo Moisés; y cuando la retiró, ya había recuperado nuevamente su color natural. (Exodo 4, 7)

  • Moisés y Aarón fueron conducidos nuevamente a la presencia del Faraón, y este les anunció: "Pueden ir a rendir culto al Señor. Pero antes especifiquen quiénes son los que van a ir". (Exodo 10, 8)

  • Recogerás nuevamente todo esto y lo quemarás sobre el altar junto con el holocausto, como perfume agradable al Señor. Esta es una ofrenda que se quema para el Señor. (Exodo 29, 25)

  • y a la hora del crepúsculo, cuando vuelva a arreglar las lámparas, lo hará nuevamente. Y ustedes presentarán constantemente delante del Señor esta ofrenda de incienso aromático, a través de las generaciones. (Exodo 30, 8)

  • Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. (Exodo 32, 31)

  • Pero si después de haberse presentado al sacerdote y de haber sido declarado puro, la erupción continúa extendiéndose por la piel, se presentará nuevamente al sacerdote. (Levítico 13, 7)

  • Al verlo, el asna se fue contra el cerco y apretó el pie de Balaam que la castigó nuevamente. (Números 22, 25)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina