Encontrados 112 resultados para: niños

  • Porque así habla el Señor: Yo haré correr hacia ella la paz como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda. Sus niños de pecho serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66, 12)

  • -Yo estoy lleno del furor del Señor: estoy cansado de reprimirlo. -Derrámalo sobre los niños en la calle y sobre los grupos de jóvenes, porque serán apresados el hombre y la mujer, el anciano y el que está cargado de años. (Jeremías 6, 11)

  • "La Muerte ha trepado por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, arrancando de las calles a los niños, y a los jóvenes de las plazas. (Jeremías 9, 20)

  • Todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia, había nombrado a Godolías, hijo de Ajicam, gobernador del país, y le había encomendado a los hombres, las mujeres y los niños, y a la gente pobre del país, que no habían sido deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 7)

  • Iojanán, hijo de Caréaj, y todos los jefes de las tropas que lo acompañaban, tomaron a todo el resto del pueblo que Ismael, hijo de Natanías, se había llevado cautivo desde Mispá, después de dar muerte a Godolías, hijo de Ajicám: eran hombres de guerra, mujeres, niños y eunucos, a los que él hizo volver de Gabaón. (Jeremías 41, 16)

  • a los hombres, las mujeres, los niños y las hijas del rey, a todas las personas que Nebuzaradán, comandante de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán, y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías. (Jeremías 43, 6)

  • Y ahora, así habla el señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ¿Por qué se hacen un mal tan grande a ustedes mismos? ¿Por qué se hacen exterminar de en medio de Judá, hombres y mujeres, niños y pequeños, sin dejar para ustedes ni siquiera un resto? (Jeremías 44, 7)

  • contigo martillé hombres y mujeres, contigo martillé ancianos y niños, contigo martillé jóvenes y muchachas, (Jeremías 51, 22)

  • Sus adversarios han prevalecido, sus enemigos están tranquilos, porque el Señor la ha llenado de aflicción por sus muchas rebeldías. Sus niños han partido al cautiverio delante del adversario. (Lamentaciones 1, 5)

  • Mis ojos se deshacen en llanto, me hierven las entrañas; mi bilis se derrama en la tierra por el desastre de la hija de mi pueblo, mientras desfallecen sus niños y pequeños en las plazas de la ciudad. (Lamentaciones 2, 11)

  • ¡Levántate, y grita durante la noche, cuando comienza la ronda! ¡Derrama tu corazón como agua ante el rostro del Señor ! ¡Eleva tus manos hacia él, por la vida de tus niños pequeños, que desfallecen de hambre en todas las esquinas! (Lamentaciones 2, 19)

  • La lengua de las criaturas se pega al paladar a causa de la sed; los niños pequeños piden pan, y nadie se lo reparte. (Lamentaciones 4, 4)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina